Cómo combatir la fatiga primaveral: el poder de las plantas medicinales
La llegada de la primavera, con su cambio en el clima y el aumento de horas de luz, es una de las épocas del año que más influye en nuestro estado de ánimo y energía. Aunque para muchos el buen tiempo es motivo de alegría, otras personas experimentan la astenia primaveral, un trastorno que se manifiesta como una sensación de cansancio generalizado, falta de vitalidad y a veces incluso irritabilidad. Esto se debe a los cambios hormonales y fisiológicos que experimenta el cuerpo ante el ajuste estacional. Afortunadamente, existen varias plantas medicinales que, gracias a sus propiedades científicamente demostradas, pueden ser de gran ayuda para prevenir y aliviar los síntomas de esta afección.
Entre las plantas más eficaces para combatir la fatiga primaveral destacan el ginseng, la rhodiola, la maca, el ginkgo biloba y la cúrcuma. Cada una de estas plantas tiene una larga historia de uso tradicional, pero también cuenta con una base científica sólida que respalda su efectividad. A continuación, profundizamos en las propiedades de cada una de estas plantas, cómo se utilizan y las dosis recomendadas para obtener los mejores resultados.
Ginseng: energía y adaptación al estrés
El ginseng es una planta originaria de Asia, muy apreciada por sus propiedades adaptógenas, es decir, su capacidad para ayudar al cuerpo a adaptarse a situaciones de estrés y aumentar la vitalidad general. Su raíz es la parte utilizada en fitoterapia, y contiene compuestos activos conocidos como ginsenósidos. Estos principios activos tienen un efecto positivo sobre el sistema nervioso, mejorando la concentración y reduciendo la sensación de fatiga mental y física.
La forma más común de consumo del ginseng es a través de extractos secos estandarizados, que aseguran una concentración constante de ginsenósidos (al menos un 5%). La dosis recomendada es de 200 a 400 mg al día, preferiblemente en dos tomas, para optimizar sus efectos energizantes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el ginseng puede causar nerviosismo o insomnio en algunas personas, por lo que se debe evitar su uso por la noche. Además, si se está tomando medicamentos anticoagulantes o antidepresivos, es recomendable consultar con tu farmacéutico antes de iniciar el tratamiento con ginseng, ya que puede interactuar con estos fármacos.
Rhodiola: el refuerzo natural contra la fatiga
La rhodiola es otra planta adaptógena que ha sido utilizada tradicionalmente en las regiones frías de Rusia y Escandinavia. Su raíz, rica en compuestos como las rosavinas y los salidrosidos, es famosa por sus efectos sobre la fatiga y el estrés. Esta planta es ideal para quienes experimentan agotamiento físico y mental, ya que ayuda a mejorar el rendimiento y la energía, al tiempo que regula los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro, mejorando el ánimo.
El extracto seco de rhodiola, estandarizado para contener entre un 3-5% de rosavinas y un 1-3% de salidrosidos, es la forma más comúnmente utilizada. La dosis recomendada es de 200 a 400 mg al día, preferentemente en la mañana, para evitar que interfiera con el sueño. Aunque la rhodiola es generalmente bien tolerada, se debe tener precaución en personas con hipertensión o trastornos del sueño. Además, si se están tomando antidepresivos o ansiolíticos, es importante consultar con tu farmacéutico, ya que la rhodiola puede potenciar sus efectos.
Maca: vitalidad y equilibrio hormonal
Originaria de los Andes peruanos, la maca es una planta que ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades energizantes y afrodisíacas. Su raíz es rica en nutrientes como flavonoides, glucosinolatos y fenoles, que le otorgan propiedades antioxidantes, adaptógenas y equilibrantes, sobre todo a nivel hormonal. Esto hace que la maca sea especialmente útil en situaciones de fatiga relacionada con desajustes hormonales, como los que se pueden experimentar durante la primavera.
La forma más común de consumir la maca es en polvo o en extracto seco estandarizado, con una dosis recomendada de 1 a 3 gramos al día. Si se opta por el polvo, lo ideal es añadir entre 1 y 2 cucharaditas al día en batidos, zumos o infusiones. Aunque la maca es generalmente segura, se recomienda precaución en personas con antecedentes de trastornos hormonales, como cáncer de mama o de próstata, ya que puede tener efectos sobre los niveles hormonales. En cuanto a interacciones, no se conocen efectos adversos significativos.
Ginkgo biloba: circulación y energía mental
El ginkgo biloba es una de las plantas más antiguas del planeta, conocida por sus propiedades para mejorar la circulación sanguínea y, en particular, la circulación cerebral. El extracto de las hojas de ginkgo contiene flavonoides y terpenoides, que mejoran la oxigenación del cerebro, lo que se traduce en una mejora de la memoria, la concentración y la energía mental. Esto lo convierte en una planta ideal para contrarrestar la fatiga mental típica de la astenia primaveral.
El extracto seco estandarizado de ginkgo debe contener entre un 24% y un 32% de flavonoides y entre un 6% y un 12% de terpenoides. La dosis recomendada es de 120 a 240 mg al día, dividida en dos tomas. Aunque el ginkgo es muy seguro, se debe tener en cuenta que puede aumentar el riesgo de sangrado, por lo que no debe tomarse junto con medicamentos anticoagulantes. También se recomienda precaución en personas que estén bajo tratamiento con ciertos antidepresivos.
Cúrcuma: propiedades anti-inflamatorias para combatir la fatiga
La cúrcuma, conocida por su color amarillo intenso, es famosa no solo por su uso culinario, sino también por sus propiedades medicinales. Su principio activo, la curcumina, tiene potentes efectos antioxidantes y antiinflamatorios, lo que la convierte en una opción excelente para combatir la fatiga asociada con procesos inflamatorios y para mejorar el bienestar general. Su acción antiinflamatoria ayuda a reducir la sensación de cansancio derivada de inflamaciones crónicas.
El extracto seco estandarizado de cúrcuma debe contener un mínimo del 95% de curcuminoides. La dosis recomendada es de 500 a 1.000 mg al día, dependiendo de la formulación. Si bien la cúrcuma es generalmente segura, se debe evitar en grandes dosis durante el embarazo y en personas con problemas gástricos graves. Además, puede interactuar con medicamentos anticoagulantes y medicamentos para la diabetes.
En resumen, las plantas medicinales ofrecen soluciones naturales y efectivas para combatir la astenia primaveral, siempre que se utilicen de manera correcta y con el asesoramiento adecuado. No debemos olvidar que, aunque estas plantas son ampliamente conocidas por sus propiedades beneficiosas y cuentan con una larga tradición en la medicina popular, su uso no está exento de riesgos, y su seguridad y eficacia dependen en gran medida de cómo se utilicen, la dosis adecuada y la forma de administración. Por lo tanto, siempre es recomendable consultar con tu farmacéutico antes de comenzar cualquier tratamiento, especialmente si se toman otros medicamentos.
Fernando Hidalgo Zarco
Vocal Autonómico de Plantas Medicinales y Fitoterapia del CACOF