Estructura y contenidos del Plan
El Plan se articula en 12 propuestas estratégicas, 20 líneas de intervención y 82 acciones. Entre las propuestas se incluyen desarrollar activamente una atención personalizada y poblacional. También se promueve disminuir la variabilidad injustificada en la práctica clínica diaria y desarrollar un modelo de financiación ajustado a la complejidad de la población atendida y los resultados en salud obtenidos, especialmente en una sociedad cada vez más envejecida y con el problema de la cronicidad como reto.
Además de mejorar la accesibilidad, tanto en horario como en nuevas formas de prestación (consultas no presenciales), se promueve el desarrollo progresivo de sistemas y redes colaborativas con pacientes y familiares. Para ello, se impulsará una práctica asistencial sensible a la clase social, género, poblaciones migrantes, desplazadas o refugiadas.
Tanto el médico como la enfermera de los equipos asistenciales, que se configurarán como de referencia, estarán informados de todo lo que acontece al paciente complejo y se generalizarán experiencias de coordinación e integración de la atención como la telemedicina, las consultorías (presenciales, telefónicas o mediante internet) entre atención primaria y atención hospitalaria y los programas de conciliación terapéutica al alta.