El Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos ha instado al Servicio Andaluz de Salud a que explique por qué no ha denunciado justo hasta ahora “los errores de medicación y los problemas de adherencia en los tratamientos” que ayer señaló se podían estar produciendo como consecuencia de la posibilidad de elección del medicamento por parte del farmacéutico cuando el médico prescribe por principio activo, que es prácticamente en el 90 por ciento de los casos de recetas financiadas en Andalucía.
Los representantes de la farmacia andaluza consideran que sembrar dudas sobre la actuación profesional de los farmacéuticos es de enorme gravedad, como muy grave es que si la administración tenía conocimiento de que se estaban produciéndose estos problemas no lo haya denunciado al momento, en lugar de esperar a hacerlo justamente un día después de que el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos haya rechazado la propuesta de reforma de las condiciones de la prestación farmacéutica en Andalucía pretendida por la Consejería.
Es más, los farmacéuticos señalan que, para evitar precisamente los supuestos problemas de adherencia que el SAS subraya, particularmente en polimedicados y personas mayores, la práctica de los profesionales ha sido mantener al paciente el mismo medicamento en la mayor parte de los casos, con el fin de evitarle el continuo cambio de envases y presentaciones, incluso cuando el precio de éste estaba por encima del abonado por el SAS, asumiendo la farmacia la diferencia.
El Consejo Andaluz ha lamentado que la Consejería reaccione con represalias y amenazas a su negativa a aceptar su propuesta de reforma de las condiciones de la prestación farmacéutica en Andalucía, la cual pasaba por aceptar una subasta de medicamentos de muy dudoso encaje constitucional, que pone en riesgo la cohesión de la prestación farmacéutica en España.
Asimismo, ha hecho además ver a los representantes de la administración andaluza su decepción por esta reacción desproporcionada, encaminada además a sembrar dudas sobre la profesionalidad y el buen hacer de los farmacéuticos andaluces, después de quince años de colaboración leal, en los que la farmacia andaluza ha soportado sobre sus espaldas el coste de la receta electrónica; ha colaborado de forma activa en la implantación de las políticas de prescripción y dispensación por principio activo, y en resumen, ha participado de forma decisiva en todas iniciativas que han permitido que el coste medio por receta en Andalucía sea el más bajo de toda España.